A veces quiero ser el sol
a punto de asomar al horizonte
a veces una nube con forma de animal
una ráfaga de aire
un perro bien cuidado
un almendro en otoño que llora por sus hojas
A veces quiero ser una calle sombría
un faro con luz propia
apenas alumbrando la esquina del olvido
papalote invisible jugando en el viento
un poco de ira
un gramo de dolor
la punta de una espina
A veces Pemol
un tanto de coraje oprimiendo en el pecho
una carpa de noche
una onza de vida guardada en un frasquito
un bastón
un vitral
una guitarra azul colgada en la pared con cinta roja
un abrazo de adiós
otro de bienvenida
el futuro que nadie alguna vez soñó
un secreto podrido
dos tragos de tequila
una cuenta pendiente que no quiero pagar
Y a veces
un pasado glorioso
un buen día desde el alba hasta el fin de la noche
una brizna en mi cuerpo
en mi casa
en mi pan
una brizna
he dicho
de inmortalidad
Carlos, Acosta, (2012). El
zarzo de los pemoles. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco
para la Cultura y las Artes/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
88pp.
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