Hay quien reniega de sus perversiones
sin saber que por ellas sigue vivo
quien maltrata sus recuerdos
y mutila para siempre
una parte de sí mismo
Hay quien maldice el futuro
y fertiliza rencores
Quien venda los ojos a las alegrías
y bebe ansioso lo dulce del veneno
Hay quien arranca espinas del suelo con los labios
quien ofrenda su vida a los caminos
Rompe los espejos con solo mirarlos
y revive sueños al caer sus párpados
Y como muchos
piensa que es feliz
Hubo quien olvidó su historia
y nunca imaginó
que era el modo más indigno de morir
Quien cortó el cordón umbilical
y se alejó diciendo volveré
Hubo quien se encontró en lo oscuro
Abonó con mentiras las buenas conciencias
contó las estrellas
habló con la luna
Y como tú y yo Pemol
enloqueció
Carlos, Acosta, (2012). El
zarzo de los pemoles. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco
para la Cultura y las Artes/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes.
88pp.
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