Pemol:
No sé cómo empezar
Y ya este verso trunco
habla de lo confuso perdido desolado
que puede sentirse un hombre
un hombre
que no es otra cosa
si no un manojo de mal-conducidas obsesiones
casi como tú cuando te prueban:
manojo de amor desmoronado
así como yo cuando el insomnio:
manojo de silencios aturdiendo madrugadas
una onza de dulzor que vive en ti
el puño de tierra que seré
Pretenden estas letras
escarbar entrañas
hallarte para nombrarte:
lo que se nombra no muere
buscarme para no hallarme:
lo no encontrado se pierde
Pero no sé cómo hacerlo
si haciendo miel del futuro
o trizas de los recuerdos
Nada sé Pemol
y no hay otra verdad
que mejor
pudiera definirme Carlos, Acosta, (2012). El zarzo de los pemoles. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 88pp.
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