IV
Hay salmos que se oxidan
en el vuelo cotidiano del ave,
salmos que nos disipan
en la voz invisible del agua.
Hay salmos que se deshilan
entre portales de incienso
y nos escombran en reflejos
para rehacer la estructura.
Hay salmos que nos enconan
para conmover nuestras manos
y nos dejan el cuerpo sin aliento
en calles de ciudades oscuras.
Rodríguez, Ramiro, (2011). Íngrima la ciudad. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes / Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 88 pp.
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