viernes, 28 de junio de 2013

Terminal Laredo de Jacobo Mina

DULCE ESTACIÓN DE LAREDO


Un eco sepulcral, propiamente dicho.

El viento helado parte la ciudad,

aves de rapiña por la estación de Laredo.

Un jadeo rítmico, casi imperceptible.

El país termina a unas cuantas calles de aquí

donde empiezan o acaban los resentimientos;

en el andén la luz es más tenue.

Elba vende su cuerpo por 40 dólares,

sólo tiene catorce años.

En la maquiladora trabajan horas extras,

un sueldo así no alcanza para nada,

es monótono, aburrido,

la línea no debe parar.

El río le dibuja la cintura a la ciudad,

silueta convexa casi perfecta.

Dulce sueño americano.

La fábrica cansa, hastía, trastorna;

a veces hay deseos de ser alguien.

Pretexto varios amores idos,

una niña no volvió a su casa,

una campana de cristal se rompe contra el suelo.

La inocencia se pierde en cada esquina.

Dulce estación de Laredo,

el corpiño va de blanco a rojo.





Jacobo, Mina, (2011). Terminal Laredo. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 110pp.

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