viernes, 28 de junio de 2013

Terminal Laredo de Jacobo Mina

¡Cómo duele parir un poema de perdón!

Un poeta atado a un muro.

No hay salida,

cuatro paredes, púas en los alambres

y tu adiós con odio.

¡Qué frío es el olvido cuando se impregna de soledad!

¿No hay luna? –preguntó

Ella y su vestido rayado de fin-de-fiesta,

Yo de azul-cuervo-enlutado.

Ella se muerde los dedos al hacer el amor,

me toca suavemente,

no tiene rostro, pero sus ojos son caricias,

la sierpe del deseo muerde las manos

y Dios destruye ciudades enteras.




 
 
Jacobo, Mina, (2011). Terminal Laredo. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 110pp.

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