viernes, 28 de junio de 2013

Terminal Laredo de Jacobo Mina

TODA CIUDAD QUE SE RESPETE


Toda ciudad que se respete
tiene un viejo sentado en la plaza principal
y este viejo sabe todo lo que pasa
en la ciudad.


Una tarde pasé junto al ciego de la plaza,

me detuvo y dijo: tú la buscas ¿verdad?.

Él me conocía, te conocía;

sabía toda esa historia

de madrugadas sobre el río,

noches en el “Express Cervezas ‘n tequilas”.

Conocía los olores de los animales en celo,

la arritmia crónica de tu taconeo y

la frase que siempre usas cuando haces el amor

–“nunca me dejes”–.

Esta es una ciudad pequeña

que se enciende al conocer tus historias.

Luego siguió hablando del color del mar y del invierno,

de esas montañas que nunca se ven,

de esa extraña luz que se aparece en tus bosques,

de los jeroglíficos que dibujé un día en tu espalda

y del significado de las estrellas de mar.

Cuando habló del deseo glaciar

me convencí que hablaba de ti

y me fui a caminar por los suburbios.





Jacobo, Mina, (2011). Terminal Laredo. Ciudad Victoria, Tamaulipas: Instituto Tamaulipeco para la Cultura y las Artes/ Consejo Nacional para la Cultura y las Artes. 110pp.

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